martes, 20 de septiembre de 2011

El ciervo

Nos encontramos en una época de gran actividad para este animal, estamos en el celo. Los montes y dehesas donde habitan están dominados por roncos bramidos que se escuchan por todas partes, estamos en la época de la berrea. Los machos lanzan sus gritos al aire para atraer a las hembras a sus dominios para aparearse.


Pero no solamente atraen a las hembras sino que otros machos también se aproximan, produciéndose enfrentamientos por la posesión del harén. Más sonidos que se incorporan al ambiente, el de las cuernas entrechocando.


Machos y hembras se distinguen bien por la presencia o ausencia de cuernas. Pero hay un mes al año, después del desmogue hasta el nuevo crecimiento de la cuerna, en el que la distinción la tendremos que hacer por el aspecto general del animal, más robusto y macizo en el macho.


Se cree erróneamente que la edad de los ciervos se puede calcular por el número de puntas que tienen las cuernas. El crecimiento de estas depende de factores ambientales y poblacionales. Podemos distinguir los jóvenes de los adultos y de los viejos por la anchura del pecho y del cuello y por la forma de la cabeza. Para una datación más exacta tendremos que recurrir al estudio de la dentadura.

2 comentarios:

  1. No entiendo como son capaces de dispararlos,a no ser como tu ,que es con la cámara.

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  2. !Hermoso animal que bien merece un hueco en nuestros cuadernos de naturaleza!
    A 'Ojolince y Sra.' nos gusta el que le has dedicado en el tuyo. Salu2

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