Al sur de la provincia de Salamanca hay una zona montañosa de características peculiares. Su cercanía la Sierra de Béjar, de mayor entidad, la hace prácticamente desconocida. Fresnedoso, Valdesangil, Fuentebuena, Sanchotello, Ledrada, Peromingo o Navalmoral de Béjar son las poblaciones.
Montañas formadas por bolos graníticos de gran tamaño y escasa vegetación en las zonas altas. Las zonas bajas mantienen afloramientos de granito pero el arbolado es más abundante. El roble rebollo y los castaños cubren las laderas siendo los valles dominados por los fresno.
En la llanura próxima, por la que discurre el río Sangusín, destacan los inmensos prados para pastos. Todos ellos bordeados de setos de fresnos incluso con alguna dehesa de estos árboles. Un paisaje singular en la provincia que desaparecerá si desaparece su aprovechamiento ganadero tradicional.
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