viernes, 9 de agosto de 2013

La Peña de Francia



“Simón, vela y no duermas. Mi imagen está escondida, en una Peña lejana y tú has encontrarla.”




Una aparición nocturna de la Virgen hizo que este fraile francés, Simón Roldán, comenzara un largo viaje. Su búsqueda le llevo por toda Francia sin ningún éxito. Cuando se desanimaba se producía una nueva aparición, repitiéndole la misma cancioncilla. Muchas debieron ser las apariciones ya que cambió su nombre por el de Simón Vela. Continuó con el Camino de Santiago y más tarde con el Camino Mozárabe, hasta llegar a Salamanca.




“Quince años tardo el buen fraile la Peña encontrar y por fin quiso Dios que en España la fuera a encontrar.”




En el Corrillo de la Hierba escucho a unos serranos hablar del carbón de la Sierra de Francia. Se acerco a preguntarles pero el recelo que tenían a las bromas de los estudiantes hizo que no le respondieran. Decidió seguirles para ver si averiguaba algo.




Al llegar al lado de la Peña de Francia, los serranos decidieron terminar con la persecución y lanzaron unas piedras al fraile. Una le alcanzó dejándole tumbado en el suelo, pasando la noche a la intemperie. Al día siguiente con la brecha en la cabeza se acercó a una pequeña cueva, donde encontró la imagen de la Virgen de la Peña de Francia.




En Sequeros, años antes, Juana, la Moza Santa, había predicho que se encontraría en ese lugar una imagen de la Virgen por un hombre de buena voluntad y que allí debería construirse un monasterio.




No siendo el pico más alto de la sierra, es sin duda uno de los lugares sagrados más importantes de toda la provincia. Está formada por un sinclinal colgado que ofrece paredes verticales de cuarcita. Aun podemos observar su origen de fondo marino por la presencia de fósiles de oleaje o las famosas crucianas.




En lo alto de la montaña se encuentra un monasterio y en su iglesia la imagen de la Virgen de la Peña de Francia. La que vemos no es la original ya que esta sufrió algunos desperfectos tras las numerosas aventuras que tuvo que pasar. La original, más pequeña, se encuentra en el interior de la réplica que hay en el altar. Esta tiene una ventanilla para poder ver su interior.





Sitio mágico donde surgen leyendas en abundancia, presenta un estupendo balcón desde el que se puede ver toda la provincia de Salamanca y parte de la de Cáceres. En días de niebla se ven unos espectaculares mares de nueves.










3 comentarios:

  1. Siempre aprendemos nuevos conocimientos y curiosas historias leyendo tus crónicas.
    Por cierto, hace un par de años ha sido la última vez que hemos subido 'Ojolince y sra.' a la Peña y ni rastro de las numerosas crucianas que formaban parte del recinto del reloj de sol y otros muros... ¿Sabes qué ha sido de ellas? ¿Las habrán retirado para preservarlas?
    Un saludo.

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  2. Muy bellas fotografías. Un saludo.

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  3. Muchas gracias Torcuato, un saludo.

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