martes, 12 de noviembre de 2013

Por el río Tormes




Mi nascimiento fue dentro del río Tormes, por la cual causa tomé el sobrenombre; y fue desta manera: mi padre, que Dios perdone, tenía cargo de proveer una molienda de una aceña que está ribera de aquel río, en la cual fue molinero más de quince años; y estando mi madre una noche en la aceña, preñada de mí, tomóle el parto y parióme allí; de manera que con verdad me puedo decir nascido en el río.”
El Lazarillo de Tormes




Poder disfrutar de un lugar como este es un privilegio que no se valora. Patrimonio cultural y natural integrado a las orillas de un río. Martines pesadores, garcetas, cormoranes, azulones, ruiseñores, mitos… justo a la puerta de casa. Vegetación exuberante que cambia de color con las estaciones. Todo en peligro bajo la amenaza de una limpieza del río y de una puesta en valor. Miedo me da.
































Salimos de Salamanca, y llegando a la puente, está a la entrada della un animal de piedra, que casi tiene forma de toro, y el ciego mandóme que llegase cerca del animal, y allí puesto, me dijo:
-Lázaro, llega el oído a este toro y oirás gran ruido dentro dél.
Yo simplemente llegué, creyendo ser ansí; y como sintió que tenía la cabeza par de la piedra, afirmo recio la mano y diome una gran calabazada en el diablo del toro, que más de tres días duró el dolor de la cornada, y díjome:
-Necio, aprende, que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo.”
El Lazarillo de Tormes




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