Hace unos años acompañe a mi
amigo Carlos a volar en Piedrahita. Una selección de fotos muestra el proceso
desde que se saca el parapente del coche hasta que se vuelve a meter.
Concentración, disfrute, satisfacción, todo queda en el aire. Espero que pronto
podamos volver aunque sea sin cámara de fotos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario